Una niñera se casa y hace parte de su cortejo a 15 niños de los que ha cuidado

Para nadie es un secreto que la principal restricción a la hora de celebrar un matrimonio es “no válida para niños” y al recibir una estas invitaciones habrá quienes estén de acuerdo y quienes no, depende mucho de si tienen niños o no o simplemente tienen a alguien que se los cuide para poder asistir a tan importante evento social.

Sin embargo para Jennifer Wright, una novia de Alabama, fue de vital importancia contar con la presencia de 15 niños con los que ha trabajado, como niñera, durante los últimos ocho años y que éstos además fueran pate de su cortejo nupcial.

Durante estos años Jennifer ha formado lazos muy especiales con muchos de los niños que han estado bajo su cuidado, algunos incluso desde que eran bebés y habiendo formado una amistad tan grande con esos niños, no pudo dejar de invitarlos a ese momento tan importante.

En el día de su boda, Jennifer tenía 4 damas de honor «junior», 8 niñas de las flores y 3 pajecitos. Cada uno de ellos había estado bajo su cuidado en algún momento de su vida, y a la mayoría los conoció cuando apenas estaban en pañales.

En entrevista para Yahoo Style, Jennifer cuenta que todo comenzó con una conversación casual entre ella y una de las niñas que cuidaba, quien le preguntó que si podía ser la niña de las flores cuando fuera su boda. Eso ocurrió años atrás y Jennifer ni siquiera sabía si se casaría algún día, pero en lugar de darle una respuesta compleja a la pequeña, le dijo que desde luego podría ser la niña de las flores.

Eventualmente, todos los niños que cuidaba le hicieron esa pregunta en algún momento de su vidas, y cuando menos lo esperaba, ya tenía prometido a 15 de ellos que la acompañarían en el gran día. «Le dije a todos que sí, ¿por qué no? Amo a los niños», comenta Jennifer.

Al principio ella pensó que a los niños se les olvidaría con el paso del tiempo, pero resultó que ninguno de ellos lo olvidó y se aseguraron de recordarle esa promesa a través de los años. Cuando Jennifer finalmente se comprometió con su ahora esposo, se dio cuenta que realmente quería invitarlos a todos a su boda: «Era importante para ellos, y yo quería que estuvieran ahí», cuenta Jennifer.

Debido a que trabajaba como niñera, Jennifer no tenía otros compañeros de trabajo a quienes invitar ni tampoco tenía muchos amigos de su edad:

«No mentiré, me decepcioné un poco al darme cuenta que la mayoría de mis relaciones más cercanas eran con niños lo suficientemente jóvenes para ser mis hijos. Pero fue justamente después de esto cuando me di cuenta de lo mucho que significaba cada uno para mí. Todos y cada uno de ellos son las personas más asombrosas, inteligentes, graciosas, hermosas, obstinadas y maravillosas que he conocido, y ha sido un privilegio ser tan cercana con estos fantásticos seres humanos. Son como familia para mí y me han dicho que yo también lo soy para ellos. Simplemente no hubiera sido el día más feliz de mi vida sin ellos.»

Como conocía tan bien a «sus niños» y quería que lo pasaran bien en su boda, se aseguró de reservar un área para ellos con juguetes, colores y piezas de LEGO que les mantuvieran divertidos.

En general, los niños lo pasaron increíble y aunque a ella le preocupaba que alguno pasara por algún berrinche o se sintiera incómodo por su papel en el cortejo, nada de eso ocurrió: «Fue absolutamente perfecto, ninguna queja. No podría estar más impresionada con todos ellos, hicieron un gran trabajo».

Wright dejó que las chicas escogieran sus propios vestidos en marfil o borgoña, y se aseguró de que todos tuvieran tiaras. Los portadores del anillo se pusieron adorables chaquetas que decían «Servicios de seguridad del portador del anillo» en la parte posterior.

Tomado de: bebesymas.com